Y APARECIÓ ELLA
Una Estrella Vendrá (Pintura de Gisel Franquet) |
Modeló su espíritu
impaciente
la caricia del tiempo,
y el tiempo
con las yemas de los dedos
-posadas sobre sus labios-
intentó silenciar
la pasión desmedida
por todo aquello
que la rodeaba.
Horas, minutos y segundos
danzaron sobre su cuerpo
hasta entrelazarse
en un bello tejido de mohair
que ocultó de forma sutil
su condición indomable,
su punzante imperfección,
la acidez de su verbo.
Y apareció ella,
la mujer del pelo revuelto
y la cabeza llena de espirales
de colores,
la que no dormía
para soñar despierta,
la que ganó la carrera al tiempo.
Y, entonces,
el tiempo dejó de existir.
El espíritu no se puede acallar cuando es rebelde y libre. Hermoso poema. Saludos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Tu comentario me anima a seguir intentando hacer llegar a los demás todo aquello que siento. Supongo que tu misma sabes de esa necesidad imperiosa de compartir y conecte con el mundo. Un abrazo.
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