ASPERGER
Ya no creo en la magia
me dijiste serio,
tristes tus ojos,
sereno.
Comenzaron a caer
brillantes y nacaradas
perlas
sobre el agua.
Eso no es magia,
repetiste ensimismado,
mientras cientos de arco iris
nos rodeaban.
Después de dos días
me susurraste
al oído
un secreto:
no se lo cuentes a nadie
creo de nuevo……
Era julio
y, aquel día,
el sol
lució solo para mi.
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