SOBRE MI ALMOHADA
Tu piel huele a almendras tostadas
y tus bucles dorados
se desperezan a mi lado
sobre la almohada.
Cubro tu manita bajo la mía,
me gustaría conservarte solo para mi,
pero me conformo pronto.
Deposito un millón de estrellas sobre tu frente
y te dejo volar
libre
hacia universos insospechados.
Algún día, te prometo,
los dragones plegarán las alas
y a tu paso inclinarán sus cabezas,
Pequeño Rey de mi mundo imaginado,
y yo seguiré aquí
para abrazarte.
para abrazarte.
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