Somos chispas brillantes
iluminando un espacio negro,
pequeñas semillas algodonosas
flotando en el vacío;
caemos,
nos apagamos,
desaparecemos
y el mundo sigue girando,
el sol ilumina la tarde
y las risas de los niños siguen llenando
parques absurdos,
sin pájaros ni flores.
Te echaré de menos
cuando tu luz no alcance ya
mi rostro.
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