Un blog de poesía sencilla y otras cosas para todos aquellos a los que les guste apoyarse, al menos una vez al día, en el alféizar de una ventana a ver pasar la vida.

algunas palabras sobre las mujeres



Desnudo de Ramón Casas Carbó


ALGUNAS PALABRAS SOBRE LAS MUJERES

Me desplazo en mi coche a través de la calle,
paro en un paso de cebra y la veo;
una mujer rota
-tengo un radar para detectarlas-
Me pregunto
¿Cuántas mujeres rotas
se desplazan por el mundo
sin que nadie se de cuenta?
Subo en el ascensor,
en la puerta de al lado
una mujer llora un alma no nacida.
Tenemos una pared común pintada de negro
-mi parte ya fue empapelada hace muchas primaveras-
¿Cuántas veces puede desgarrarse 
un cuerpo
sin haberlo tocado siquiera?
Las veo todos los días. 
En las cajas de los supermercados,
detrás de una mesa de oficina,
mirando a través de las verjas de un parque,
retorciéndose sus entrañas mientras toman un café
maquilladas con sonrisas falsas.
No hay duelo oficial para las mujeres rotas.
No hay esquelas, ni coronas de flores.
Nadie las ve recogerse las manos sobre el pecho dolorido.
Nunca nadie ha hecho un censo
-aunque un día escuché que circulaba por los hospitales
una estadística-
Desplazan la lluvia de un lugar a otro
sin poder contenerla
dentro de sus cuerpos agrietados.
¿Te he contado que yo un día 
tuve que recomponerme?
Será por eso que puedo verlas
caminando entre la gente.



La realidad....en realidad.....




LA REALIDAD

es vergonzosa,
una masa de caras retorcidas,
un portazo en la lejanía,
quizás, minúsculas partículas de polvo
cayendo al suelo lentamente,
un alarde de piel y carne y huesos
convulsionándose bajo el peso
de un ayer, un hoy, un mañana.

EN REALIDAD

en medio de la mentira y la violencia 
maquillada con sonrisas,
de las palabras carcomidas
escupidas con malicia,
cada día, arranco lo agrio
de mis tripas revueltas
a golpe de sonrisa, abrazo y beso,
fabulo barreras,
preservo, custodio, protejo,
no me resigno,
enumero las cosas importantes tras las ventanas
sucias
de mi casa.


pronombres personales

PRONOMBRES PERSONALES




Los que no ven,
los que no oyen,
los que no sienten,
los que se ríen,
los que caminan a tu lado
pateando las aceras
con sus botas negras,
los que no son como nosotros,
los que son iguales,
los que nunca serán diferentes:
ellos.



No se su nombre

NO SE SU NOMBRE

Ilustración de Ken Wong


No se su nombre.

No pude buscarlo en el diccionario
ni fui capaz
de encontrar en google nada parecido.

Términos de búsqueda:
palpitaciones,
mareos,
dolor intenso,
respiración agitada,
estado de ánimo exaltado.

No hay pastilla que lo cure,
ni informe médico acertado.

Pero ha revuelto de tal forma mi vida
que no ha habido modo 
de frenarlo.

Cada uno que lo llame como quiera.




¿Crisis?

BIEN PUDIERA SER



Me levanto por la mañana y comienzo a morir por dentro.
Me preparo un café y un par de galletas 
y no puedo evitar encender la tele 
y abrir el Iphone y leer las noticias
y comienzo a digerir el desayuno y a mascar este mundo
-como malamente puedo-
que cae en mi estomago como trozos de escoria
-sin haberme tomado ese antiácido que me recetaron en urgencias-
El PP rechaza celebrar un pleno por corrupción
y la crisis duplica el número de millonarios.
Y pienso en mis dos galletas
y en mis hijos que están tranquilos en sus camas
y pienso en esos hijos de otras mujeres
que ni galletas tienen
y apago la tele y miro mi teléfono con inquina
y alargo mi mano hacia la caja de antiinflamatorios
deseando curar la angustia culpable que agarrota mi conciencia.
Y me pregunto hasta cuándo podré seguir concentrada
en esas pequeñas cosas que siempre consiguen hacerme sonreír,
cuánto tiempo lograré sobrevivir a diario
a base de píldoras que aquieten mi honestidad magullada,
cuántas mañanas pasarán y me levantaré
y comeré mis dos galletas y leeré las noticias
y pensaré en esos hijos que yo no he tenido
antes de decidirme a actuar con firmeza.
Porque bien pudiera ser que otras mujeres,
en otras casas,
desayunando tostadas, que no tienen por qué ser galletas,
piensen en esos hijos que tampoco tienen
y estén también saturadas
de tomar medicamentos que no sirven para nada.


Estado de excepción....

SUBVERSIÓN



Tanques de Ernest Descals



Subversión:
desestabilización, revolución de lo establecido.

Considerando el desorden interno
y la progresiva insurrección de mis sentimientos,
declaro el estado de excepción
al objeto inmediato de afrontar, adecuadamente,
esta situación de emergencia
y solicito, al efecto, refuerzos a mi conciencia
para resguardar de este caos enfurecido
los últimos resquicios de cordura
que se parapetan en mi corazón
y resisten a la locura de una nueva vida.



DISCUSIONES....

DISCUSIONES




Ayer discutieron.

Alargaron sus gritos hasta la madrugada,
mi conciencia y mi corazón
enzarzados, escupiéndose a la cara
cada uno sus razones.

Como siempre pagan terceros.

Hoy mi cuerpo dolorido
se lame las heridas y se arrastra 
entre las pequeñas fracciones de espacio
que separan los minutos.



GESTIÓN ADECUADA DEL TIEMPO: Estoy buscando....





ESTOY BUSCANDO

Un minuto
de paz.

Un momento
para hablar contigo.

Un día
Para ordenar mi mesa

Una semana
para perderme.

Estoy buscándome a mi misma
y no consigo encontrar un hueco miserable
en mi calendario.


Un día fui a Ikea.....

IKEA´S DAY




¡Cuelgue, doble y apile 
para empezar bien el día!
¡Descubra todo estilo de soluciones!
Estructura Tarva de madera
para un descanso natural,
bonita y resistente.
¡Ahí está! 
¡La quiero! ¡La quiero!
Mis pies saltan de alegría y urden planes
sobre un descanso placentero.
Eso es lo que yo deseo.
¿Cómo quiere usted el colchón?
¿Muelles, viscoelástico, latex, espuma?
¿Somier Luroy o quizás
desee usted nuestro magnífica estructura de cama
con almacenaje Örje?
Hummm…
Al final me llevo a casa un montón de madera
y dos docenas de llaves con extraños nombres
que, por si solas,
merecen una enciclopedia.
Menos mal que no me compré también 
el espejo Sörly para ver por cuadruplicado
mi cara de gilipollas. 







TEORÍA DE LA RELATIVIDAD

TEORIA DE LA RELATIVIDAD



(Espacio y tiempo son relativos al estado
de movimiento
del observador)

Los kilómetros son relativos,
260 kilómetros
y dos horas y cincuenta y tres minutos, 
un espacio diminuto en un mapa de colores
colocado sobre una mesa de cristal que nunca he abarcado.
Todo es relativo.
¿Y mi piel?
¿Y mis huesos?
¿Y mi estómago que se retuerce sin duda alguna
 y no relativamente dolorido
ante la distancia que pretenden 
colocar entre nosotros?
¿Cuál será la fórmula
para modificar la estrangulación aguda de mis entrañas 
y que esto deje de ser una variable universal en mi existencia?
¿Cómo hacer que interactuen tu cuerpo
y mi cuerpo 
en longitudes y latitudes paralelas de un plano sin sentido?
¿ Quizás Einstein pudo encontrar la forma
de acelerar proporcionalmente dos besos de buenas noches 
entre unos labios que deseaban encontrarse a todas horas?
No ceso de preguntarme, busco en los libros
si dos cuerpos que se devoran 
pueden continuar enlazando sus campos gravitatorios 
aún en la lejanía.
Tarea imposible.
No me mires, no lo se,
solo escribo poemas, algunos mediocres,
no soy científico.
Está claro. Tendremos que prescindir de fórmulas,
querernos en términos absolutos
y dejar para Albert los grandes misterios 
de la vida.


Las niñas deben hacerse pupa

CUIDADO O TE HARÁS PUPA


No corras, te decían,
y frenabas tu carrera vertiginosa
sobre el cemento,
y, en algún momento, te bajaste
comenzaste a mirar abajo
tus pies.
Tus pies se convirtieron en el centro.
Universo de pies
uno delante del otro,
sucesión interminable de pies dando pasos certeros
Plic, plic, plic….
Pasitos controlados 
que no molestan a nadie,
pasitos de princesa-polilla con alas de papel
cegada por los focos de los parabanes
colocados en hileras interminables.
Y, en algún momento, ardieron tus alas
y los papeles comenzaron a caer incendiados
a tus pies
y te deleitaste con perversión
del olor a carne quemada
y quisiste hacerte daño….
Tardaste mucho tiempo en volver.
Descubriste tarde.
Las chicas deben diseccionarse,
hacerse pupa
para convertirse en mujeres excepcionales.




No es un poema

TU PROPIO POEMA

Carboncillo de Edmond F. Ripoll


Esto no es un poema,
no es hermoso,
no es perfecto,
no es un canto a la vida,
no hay besos,
no quiero que rimen los versos.
Esto es una bolsa
de plástico 
fea y crujiente
donde te invito a meter todos tus miedos;
tus tallas 38,
tus pinturas de labios que saben a química,
tus tintes,
tus sujetadores con relleno,
la mierda de zapatos de tacón
que te torturan cada día.
Esto es una bolsa asquerosa
que luego puedes tirar a la basura
para comenzar a sentirte una mujer
como aquella que trajo tu madre al mundo.
Luego te invito a escribir 
tu propio poema
hermoso y perfecto
desde cero.




Para mi abuelo.

¿CÓMO SERÍA?




¿Cómo sería allí?

¿Cómo sería enjaular sus emociones?

¿Le susurraría el mar sus secretos
teñidos de negro?

   ¿Cuándo fue? ¿Cuándo ahogó el grisú aquella risa
  que nos despertaba en las mañanas?

¿Quién decidió que tuviera que arañarle
a la Tierra su alma?

¿Tendría miedo? ¿Se pondría por ella
una coraza?

¿Respiraban también sus sueños
a través de aquella esponja mojada?

¿Fue feliz?

¿Renacía de lo profundo de la tierra
cada día? ¿Moría cada día al alba?

Quién sabe………….. 

Mi abuelo era minero.



Muñeca de trapo.

COMO UNA MUÑECA



Desde hace tiempo 
avanzo a trompicones,
lacerada por las dudas,
las prisas
y la propia vida,
intento perfeccionar,
sin éxito,
las técnicas de sutura
para no tener que llevar
expuestas mis heridas.
Y así me presento,
un día si y otro también,
como una muñeca de trapo,
llena de costuras
y remendada sin destreza.
Solo me queda la esperanza 
de que me sigan queriendo 
y me abracen cada noche
al irme a la cama.


Algunas fronteras.

CONFINES


Ilustración de Alexander Jansson




Algunas arrugas,
ojeras,
noches de insomnio
y un puñado de canas
conforman las fronteras de mi reino,
más allá de los límites,
espacios y ecos infinitos
esperan a ser descubiertos 
mientras silenciosa y obstinadamente
avanzo como un barco 
entre la arena.



Morir para continuar vivo.

GOTA A GOTA



Hilos de plata cortan mis muñecas
y gota a gota
palabras teñidas de sangre
inundan los versos.
Morir,
morir cada noche,
morir voluntariamente,
con el corazón abierto,
desangrarme poco a poco
con cada palabra vertida.
Morir para continuar viva.
Vivir para continuar muriendo.



MONSTRUOS SIN FORMA EN TU CABEZA.

DÍA A DÍA



Los monstruos que moraban bajo mi cama
se han despertado,
me besan en los labios
y susurran secretos 
al lado de mi oído.
Tú crees que si cuentas hasta diez 
con los ojos cerrados 
desaparecerán,
como un mal sueño, 
como si nunca hubieran existido.
Pero mis monstruos
no son peludos,
ni tienen cuernos,
ni desaparecen con la luz del día.
Mis monstruos se sientan a mi lado
me pasan su brazo por encima de los hombros,
mis monstruos pasean conmigo.
La incertidumbre,
con sus dientes afilados 
roe mis huesos
y los alimenta tiernamente con mis entrañas.
Es complicado dormir
cuando sabes que allí estarán
esperándote,
pacientes,
a la cabecera,
    velando tus sueños,
    esperando el momento justo
    para deslizarse bajo la almohada.


NACE UN POEMA



ASÍ ES
Cuando la palabra te hiere,
te traspasa
dejando un rastro de tinta
sobre tu alma.
Cuando los versos recién nacidos
de una poesía
reposan sobre tu pecho.
Cuando sobre el papel arrugado
mantienen un dialogo
callado
la decepción y la esperanza
la alegría y la pena.
Así es
cuando el latido de la vida,
así es
cuando el olor de la hierba….
Así es y siempre es así
cuando nace un poema.



Las personas valientes siempre tienen miedo.

TEMPO DI VALSE

Bailarina de Afremov



A cada paso se desliza bajo tus pies la vida,
a cada paso te tensas como una cuerda
y el miedo a caerte recorre frío tus venas,
a cada paso controlas cada gramo de aire
que entra y sale pesado, 
esperas…..
Quisieras ser ligera,
convertirte en polvo de colores,
en pluma, 
en estela,
para volar sobre el oscuro agujero
que cruzan tus pies apenas cicatrizados,
imagen de batallas viejas.
Atisbas entre las rendijas
para ver si viene,
para ver si sube,
a por ti,
a por tu cuerpo,
para arrastrarte hacia la oscuridad
que llega.
¡Siempre llega!
Descargas calientes recorren tus brazos
de pequeña muñeca.
Te conviertes en hielo seco,
crujes,
te lleva,
te caes, 
te mueres,
y el corazón deja de ser tuyo para enamorarse de la locura,
     ausente.
Tu cuerpo se viste de blanco
y baila en la lejanía, cogido de su mano,
dibujando un caos de espirales rojas
en las tinieblas. 
Te duele,
oyes voces,
regresas.
Perlas amargas cubren tu rostro ceniciento.
Mañana, deberás danzar de nuevo con tu miedo.


NACIONAL I

NACIONAL I



   Nunca me ha importado el final de los viajes,
encuentro atractivo
-incluso-
dormir en cunetas.
Me importa la historia aun no contada,
el vértigo de las nubes sobre mi cabeza,
las risas que se escapan volando 
a través de las ventanillas,
el misterio detrás de cada curva del camino.
Y así voy, de carretera en carretera,
buscando la belleza de las cosas
que se deslizan a mi lado
mientras avanzo en la vida.



NO ES MIEDO.

PERCEPCIÓN




Camino,
bajo el volumen a todo lo que me rodea,
me siento
-al borde-
me agarro, nudillos blancos, a las esquinas.
No se cómo se llama,
hasta el miedo ha huido despavorido.
Quizás, simplemente,
se llama Vida.





PEQUEÑO REY DEL MUNDO

SOBRE MI ALMOHADA

"POMPAS" Acuarela de Lola Catalá

Tu piel huele a almendras tostadas
y tus bucles dorados
se desperezan a mi lado
sobre la almohada.
Cubro tu manita bajo la mía,
me gustaría conservarte solo para mi,
pero me conformo pronto.
Deposito un millón de estrellas sobre tu frente
y te dejo volar
libre
hacia universos insospechados.
Algún día, te prometo,
los dragones plegarán las alas 
y a tu paso inclinarán sus cabezas,
Pequeño Rey de mi mundo imaginado,
y yo seguiré aquí
   para abrazarte.



Confesiones.

YO ME CONFIESO

Tinta china-acuarela de Isidora Lackington (de su trabajo Lágrimas en la Oscuridad)


Como patadas en el estómago,
el dolor del odio se concentra
en un lugar donde nadie
nunca 
podrá verlo 
y se extiende hacia la periferia, 
viaja por mis venas,
como un torrente pútrido,
invadiendo mi cuerpo
e infectándolo de forma insana
y pestilente.
Y en algún momento
perdido,
de cordura,
me froto la piel hasta enrojecerla,
me froto hasta, casi, arrancármela a tiras,
intentando expulsarlo para siempre.
Más tarde, camino por las calles
mirándome de soslayo 
en los escaparates cristalinos
y un rostro ajeno me observa 
burlón,
acusador,
implacable…
Ella lo sabe.
En algún lugar sucio de mis entrañas
se encuentra esa parte oscura,
deforme y abominable.