COMO UNA MUÑECA
Desde hace tiempo
avanzo a trompicones,
lacerada por las dudas,
las prisas
y la propia vida,
intento perfeccionar,
sin éxito,
las técnicas de sutura
para no tener que llevar
expuestas mis heridas.
Y así me presento,
un día si y otro también,
como una muñeca de trapo,
llena de costuras
y remendada sin destreza.
Solo me queda la esperanza
de que me sigan queriendo
y me abracen cada noche
al irme a la cama.
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