CUIDADO O TE HARÁS PUPA
No corras, te decían,
y frenabas tu carrera vertiginosa
sobre el cemento,
y, en algún momento, te bajaste
comenzaste a mirar abajo
tus pies.
Tus pies se convirtieron en el centro.
Universo de pies
uno delante del otro,
sucesión interminable de pies dando pasos certeros
Plic, plic, plic….
Pasitos controlados
que no molestan a nadie,
pasitos de princesa-polilla con alas de papel
cegada por los focos de los parabanes
colocados en hileras interminables.
Y, en algún momento, ardieron tus alas
y los papeles comenzaron a caer incendiados
a tus pies
y te deleitaste con perversión
del olor a carne quemada
y quisiste hacerte daño….
Tardaste mucho tiempo en volver.
Descubriste tarde.
Las chicas deben diseccionarse,
hacerse pupa
para convertirse en mujeres excepcionales.
Excelente poema, te felicito
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Un abrazo.
EliminarYa no... Espero que ya no. A nosotras nos hicieron mucho daño...
ResponderEliminarTampoco a todas... A veces agradezco el daño que me hicieron porque tal vez no sería quien soy y quiero ser quien soy, a pesar de los recuerdos.
No, nadie debe hacernos daño. No me has entendido. Simplemente creo que una misma debe bajar hasta lo más rotundo de su ser, hasta allí donde se albergan los miedos, al propio centro del cuerpo para evolucionar. Un beso.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar